Pan de limón con semillas de amapola - Cristina Campos

Acerca de la autora

Cristina Campos nace en Barcelona en 1975. Es licenciada en Humanidades por la Universidad Autónoma de Barcelona. Acaba sus estudios en la Universidad alemana de Heidelberg, donde también trabaja como coordinadora del Festival Internacional de Cine de dicha ciudad. Tras regresar a su país natal empieza su carrera laboral en el sector cinematográfico. Desde hace diez años, se dedica a la dirección de casting de largometrajes y series de televisión. Actualmente compagina su trabajo en el sector audiovisual con su pasión por la escritura. Pan de limón con semillas de amapola es su primera novela.

Una novela tan tierna y tan sencilla como su preciosa cubierta, de ritmo pausado y agradable de leer.
Un relato familiar, una historia de vidas que se entrelazan entre sí, dolor y felicidad, sueños y desengaños, separaciones y encuentros, vida y muerte.
Una historia de sabor agridulce como su sugestivo título, Pan de limón con semillas de amapola, esa combinación de dulce con toques de agrio que se percibe al comerlo.
Tan agridulce como los momentos de la vida misma, esa fusión irregular de sucesos muy diversos que componen nuestra existencia, porque definitivamente:

la vida es lo que es.

Cristina Campos con su prosa sencilla y delicada nos relata la vida de las dos protagonistas, Marina y Anna Vega, dos hermanas mallorquinas muy unidas y a la vez completamente separadas, dos personas tan distintas que se complementan entre sí, tal como el yin y el yang.
Anna, la mayor, rubia, esbelta, digna hija de su madre, vive una vida vacía y de apariencias. Débil, sin carrera, nunca ha salido de la isla, casada desde muy joven con Armando, un hombre egocéntrico y posesivo que ya no ama y con quien tiene una hija adolescente en común, Anita, la cual vive en su propio mundo.
Marina, la menor, morena, desde la adolescencia dejó la isla para ir a estudiar al extranjero. Fuerte, decidida y valiente, ginecóloga dedicada por completo a su trabajo en Médicos Sin Fronteras, ha viajado por todo el mundo y vive en Etiopía compartiendo su vida con Mathias, un joven médico alemán.

Pan de limón con semillas de amapola es una novela coral en la que las voces de las mujeres, tanto presentes como pasadas, hablan y se cuentan. Mediante saltos en el tiempo y con una narración doble, directa en algunos casos e indirecta en otros, Cristina Campos va encajando las piezas del rompecabezas para dar vida a una historia en la que las emociones y los sentimientos priman sobre las acciones.

La escritora nos regala unos personajes bien perfilados, realistas y muy cercanos a nosotros.
Nos encontramos frente a una novela principalmente femenina, Marina, Anna, Úrsula, Catalina, Anita, cada mujer con su propia historia, sus miedos y sus frustraciones, pero siempre animadas por un deseo muy poderoso de continuar y de superar las dificultades.


Y además Valldemossa, la otra gran protagonista de esta novela, una pequeña ciudad que se encuentra en lo más alto de Mallorca, con sus aires medievales en un precioso valle rodeado de montañas, sus calles empedradas repletas de plantas y sus casas de piedra.
Un lugar encantador que nos ofrece esa sensación de calma y quietud que se respira en toda la novela. Una Mallorca distinta a la que conocemos, menos turística y más íntima y rural.
Una historia familiar con toques bucólicos y costumbristas, bien entrelazada con la vida de la pequeña comunidad donde tienen lugar los acontecimientos.

Una novela estructurada en ocho capítulos extensos y al comienzo de cada uno nos encontramos con una receta de pan que de alguna manera tiene que ver con el capítulo que anticipa.
El pan es la estrella de este libro, el pan que con su aroma, también es hogar y recuerdos nostálgicos de infancia. Y es gracias a este que Marina y Anna se reencontrarán, no solo con ellas mismas, sino también como hermanas, hallarán la fuerza de perdonarse los errores del pasado e intentarán recuperar esa complicidad y ese vínculo de afecto profundo que las unió cuando eran niñas, para así poder seguir adelante y enfrentar el difícil futuro que les espera.

Cristina Campos nos obsequia una historia sencilla pero que toca varios temas importantes: desde los clásicos desacuerdos familiares hasta la difícil relación entre madre e hija adolescente; del matrimonio infeliz, a una relación amorosa madura y equilibrada, a la homosexualidad; desde las diferencias entre hombres y mujeres al abordar la paternidad y la maternidad, hasta la delicada cuestión de la adopción y, finalmente, desde el amor fuerte e inquebrantable entre dos hermanas hasta la hermosa solidaridad femenina que triunfa.

En definitiva una historia de sentimientos y emociones que disfruté a pesar de sus clichés, además de que me fascina el pan, por lo que no tengo palabras, sino solo sensaciones.