Una novela que retrata con humor absurdo y mucha lucidez el lado gris del
funcionariado.
Sinopsis oficial
La narradora de esta novela estudia para consolidar su futuro profesional. Ha
conseguido un puesto de interina en una oficina administrativa, y afrontar una
oposición parece ser el paso lógico en su carrera. Sin embargo, otro tipo de
oposición, la interna, basada en su observación del día a día funcionarial,
hace que no lo tenga nada claro. El edificio donde ha sido destinada, tan
gigantesco como hermético, es un lugar de jerarquías incomprensibles, que la
expulsa al mismo tiempo que la absorbe. Como nadie le explica sus funciones,
se ve forzada a improvisar...
Ficha técnica del libro leído
Título: Oposición
Autor (es): Sara Mesa
Editorial: ANAGRAMA
Fecha publicación: 3/2025
Formato: eBook
Páginas: 232
Acerca de la autora
Sara Mesa (Madrid, 1976) reside desde
niña en Sevilla. En Anagrama se han publicado desde 2012 las novelas
Cuatro por cuatro (finalista del Premio Herralde de Novela), Cicatriz
(Premio El Ojo Crítico de Narrativa), la recuperada
Un incendio invisible, Cara de pan, Un amor,
La familia y Oposición; además del muy celebrado volumen de
relatos Mala letra y el breve ensayo Silencio administrativo.
Su obra es reconocida internacionalmente y ha sido traducida a una veintena
de lenguas.
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Fuente: anagrama-ed.es
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Mis impresiones
Volver a Sara Mesa siempre es un acierto, mi primer acercamiento a su prosa fue con la novela "Un amor", y me
encantó tanto que se convirtió en mi preferida, luego siguieron "La familia"
y "Cara de pan", obras que también me gustaron mucho y me dejaron con ganas
de más.
Oposición es su última novela, una crítica brutal a ese laberinto burocrático que
es la Administración Pública, que he leído con mi gran amiga Marian de
MarianLEEmásLIBROS, como
lectura conjunta
de nuestro
Club de lectura MavaMar.
Por si te apetece conocer la opinión de Marian,
AQUÍ
puedes leer su reseña, te la recomiendo, no tiene desperdicio.
Un lenguaje claro y directo, pero a la vez muy poético, y un estilo
minimalista
no solo en la forma de contar historias, sino también en el diseño de
cubiertas y títulos de novelas,
marcan las obras de Sara Mesa, que es
capaz de transmitir emociones complejas explorando temas que atrapan a quien
se sumerge en sus obras.
Con humor e ironía y de la mano de
Sara María Villalba Villalba, la protagonista y narradora de
Oposición, nos adentramos, esta vez,
en la espesura de la jungla burocrática, intentando sobrevivir al envite
del absurdo mundo administrativo, de entrada nos acoge un enorme edificio que alberga algunas oficinas de
la Administración Pública.
El edificio era tan grande que tardé en advertir su simetría. No se podía abarcar de un solo vistazo, hacían falta muchos vistazos, muchas perspectivas, para entenderlo. De planta circular, compacto y sólido, por fuera recordaba a una tarta de varios pisos con sus capas alternas de crema y de bizcocho y las ventanas como pepitas de chocolate diseminadas al azar. Pero al entrar el efecto era perturbador, porque ya no parecía redondo ni mucho menos, sino una gigantesca caja rectangular, laberíntica, llena de pasillos, despachos, salas y antesalas, vestíbulos, escaleras, ascensores y zonas de paso como aquella donde habían colocado mi mesa.
Sara
sufre de rotacismo, tiene dificultad para pronunciar correctamente el
sonido "r", por lo que muchas veces cuando le preguntan cómo se llama, su nombre se
convierte en Sada.
Con mucha ilusión y también nerviosismo, entra a trabajar como interina
por vacante, es su primer día y piensa que pronto le asignarán alguna
tarea, pero las cosas no marcharán precisamente como ella había
imaginado...
En la mitad de nada y en un lugar de paso, tiene a su disposición una
mesa, una silla, un ordenador, un teléfono y poco más.
Literalmente no sabe qué hacer, solo
debe esperar tal como le ha indicado el ordenanza, pero
las horas pasan y los días también, y su jefa no aparece.
¿Qué hacía yo allí, dentro de aquella tarta? Empezaba a sentirlo como un enigma cuya solución se esperaba que hallara por mí misma, sin preguntar a nadie o, al menos, sin preguntar directamente.
Intenta entonces averiguar cuál es la función de su puesto, busca en la web de la consejería
pero no saca nada en claro y tampoco
encuentra donde ubicarse en el organigrama del personal.
A los diez días, por fin, la recibe su jefa,
Teresa,
la asesora jurídica, una señora bajita,
regordeta y sonriente que dice estar siempre muy ocupada y con mucho
trabajo.
¿Qué había yo imaginado? Después de tanta espera, de todos los elogios que había oído sobre su competencia y profesionalidad, no a esa mujer, una mujer normal, sin pose de jefa ni de asesora ni de nada, del tipo de mujeres que suelen verse en el supermercado o en el ambulatorio, mujeres sin más, ni guapas ni feas, con peinados ni cortos ni largos, ni modernos ni antiguos, zapatos de medio tacón, jersey de canalé, falda de poliéster, gemelos recios y medias satinadas. Se levantó para estamparme dos besos y me miró de arriba abajo con entusiasmo. ¡Me necesitaba tanto!, dijo.
Teresa,
catorce años desempeñándose como funcionaria, tiempo que en lugar de
sumar, parece restar porque es una persona que con su actitud tiende a
desmotivar y frenar las ganas de trabajar de Sara que supuestamente debe
ayudarla con la puesta en marcha de una OMPA.
Qué es una OMPA, Sara tuvo que averiguarlo por su cuenta,
Oficina de Mediación y Protección Administrativa,
en pocas palabras
un servicio de atención al ciudadano para la resolución de problemas
administrativos.
Pero
pasan los días y Sara sigue sin tener claro su papel en ese
proyecto, mientras Teresa se pierde en palabrerías burocráticas y es toda una
experta en hablar en plural, no aclarar dudas, poner trabas y obstaculizar
cualquier sugerencia, aduciendo que el arranque de una OMPA era más
complicado de lo que Sara creía y que los pasos debían meditarse muy bien
para no incurrir en tremendos errores.
No podemos empezar a mover papeles sin tener detrás unos procedimientos claros, dijo agitando la cucharilla a modo de batuta, un mecanismo que regule quién tiene acceso a cada dato y cómo y cuándo, y qué se hace con cada uno de esos datos a los que se tiene acceso. Todo ese cacao procedimental, dijo, estaba ahora en manos del secretario general, es decir, del superior de todos ellos, de Beni, del Monago, de la propia Teresa y, por supuesto, de mí misma. El secretario general era toda una entidad allí, dijo, el cerebro ejecutivo de nuestro departamento y un gran promotor de la tan esperada modernización administrativa.
Al mes y medio de estar allí esperando,
cansada de no hacer prácticamente nada, matando el tiempo dibujando, jugando
con las palabras y escribiendo poemas dadaístas,
Sara toma la iniciativa de recopilar información acerca de las OMPA de
otros organismos
y, con todos los datos que pudo obtener,
elabora un informe comparando sus
características mediante gráficos y tablas
que luego imprime y muestra a Teresa...
y la reacción de su jefa es inaudita,
tanto que dan ganas de reír y llorar al mismo tiempo.
Dejé el documento encima de su mesa y ella lo miró sin tocarlo, echándose hacia atrás en el respaldo del sillón, como si le hubiera soltado un sapo repulsivo allí mismo, ante sus ojos. ¿Qué es esto?, preguntó, pero no me dejó explicarme, solo conseguí articular un par de frases que cortó de inmediato. ¿Quién te ha pedido que hagas esto?, preguntó. Tú no tienes ni idea de cómo funciona la administración, ¿verdad?, y obviamente no era una pregunta, así que me abstuve de responder. Esto, dijo cogiendo el informe por la esquina de la grapa y volviendo a soltarlo luego con mucho escrúpulo, es un trabajo que corresponde a otro departamento, no debes hacerlo tú porque es de ellos. Ah, no sabía que ya se hace, dije. No, no se hace, me corrigió. Pero si se hiciera, si algún superior decidiera que debe hacerse, serían ellos, los de ese departamento, los encargados, no yo. Yo no podía atribuirme las funciones que me diera la gana así porque sí, porque entonces estaba pisoteando a los compañeros incluso sin pretenderlo. Ella sabía que mis intenciones eran buenas, no dudaba de la bondad de mis propósitos, pero ¿por qué no me ceñía a mis competencias y dejaba de entretenerme y experimentar?
Tres meses después de estar calentando la silla todos los días, Sara
recibe la buena noticia de que Echevarría
por fin está dispuesto a conocerla y que el Primer Borrador de Plan de
Acción está listo.
Ella sería la base de una pirámide, todo un honor considerando el peso y la
responsabilidad que estaban depositando en su persona.
Recibiría todas las reclamaciones de los ciudadanos, las registraría y se
las pasaría a su jefa que a su vez las haría llegar a un comité de siete
sabios imparciales que tomarían la decisión final respecto al reclamante.
Echevarría, como responsable administrativo máximo, daría fe del proceso y
de la decisión tomada y así el expediente volvería a sus manos, cerrándose
el ciclo de cada reclamación recibida.
Todo nace y todo acaba en ti, resumió Teresa y rió: ¿no era eso lo que decía una canción?
Pero los egipcios no construyeron las pirámides en un día, así que
ahora el área de informática tenía que ultimar el diseño de un programa
de recepción y tramitación de reclamaciones. Luego había que esperar a que
se designara a los siete miembros del comité y solo entonces podían
comenzar las primeras pruebas
para ver como marchaba todo.
Javier Echevarría Zamora
es el secretario general, el supuesto cerebro del departamento, el nuevo dios todopoderoso, todo pasa por sus manos y su agenda está
constantemente saturada, por lo que la antesala es de rigor para poder ser
atendido algún día.
Al fin,
las pruebas arrancan y Sara empieza a trabajar con expedientes de
reclamos ya caducados. Tarda semana y media en completar sus tareas y
vuelve a quedarse de brazos cruzados.
Entretanto va aprendiendo el pomposo lenguaje administrativo, recepcionar,
cumplimentar, implementar, complejizar... y así llega el verano y las
vacaciones en el mes de julio porque Teresa prefiere salir en agosto y las
dos no pueden irse simultáneamente.
Seis meses han transcurrido desde
ese primer día de trabajo,
arriba septiembre y a pesar de la difusión de este nuevo servicio,
casi nadie hace uso del canal de reclamación, Sara se aburre como una ostra y no sabe qué hacer con las horas vacías que
tiene todos los días por delante.
Continúa entrecruzando palabras,
componiendo poesías vanguardistas y a ratos
revisando el material de estudio para la oposición a la que, según Beni,
debe presentarse.
Y como "la ociosidad es la madre de todos los vicios",
ya al borde de la desesperación, decide tomar cartas en el asunto y dar
rienda suelta a su creatividad frustrada, encontrando su manera
particular de rebelarse...
Varios personajes caricaturescos se suman a la historia, cada uno con su vida propia:
José Joaquín Alonso Tarín
es el ordenanza, cojo y no precisamente
atlético, pasa liado colocando expedientes y rellena sus horas libres
haciendo figuritas de papel que regala galantemente a las mujeres. Socarrón
e impertinente, le gusta darse aires, pero en el fondo es una buena persona.
Víctor,
el asistente de microinformática, un
pelirrojo flaco, apático y estirado que no muestra motivación y entusiasmo
ni por la gente que lo rodea, ni por el trabajo que realiza.
El jefe de negociado número dos,
un hombre fantasmal alto y flaco, amante de los gatos, que llega todos
los días a las diez y media a no hacer nada, con su maletín y su abrigo largo, pasa por delante de la mesa de Sara, da
los buenos días y sin inmutarse sigue hasta su despacho hasta las dos y
media de la tarde que vuelve a pasar delante de ella, se despide y se va.
Benita, que todos
llaman Beni, también
con cargo de asesora, tiene su despacho
contiguo al de Teresa,
una funcionaria proba y competente que cree en la función pública y en la
Administración a la que sirve con orgullo desde casi dos décadas.
Amante de la poesía clásica y lectora apasionada,
la única que se preocupa por Sara y que
intenta ayudarla explicándole que las cosas en la administración van un
poquito lentas por lo que debe tener paciencia y no desesperarse.
Cree tanto en su trabajo que poco a poco acorrala sin tregua a Sara y
quiera o no, la convence de sacarse una oposición, para así tener una
estabilidad laboral, porque, según ella, lo importante en el trabajo es la
seguridad.
Felipe Monago Méndez,
conocido como
El Monago, el
otro asesor del departamento,
especialista en no opinar mucho y en no comprometerse con nada, maneja la
retórica y es el
encargado de redactar los discursos de los políticos.
Salu,
la secretaria de Echevarría, una mujer
delgada con la nariz ganchuda y el pelo ralo, que
trabaja como una hormiguita,
meticulosamente y de forma inalterable, la única que siempre tiene un montón
de trabajo.
Sabina,
contradictoria y compleja funcionaria informática que acaba de aprobar
las oposiciones. Una joven con mucha vitalidad y sentido del humor,
es un par de años mayor que Sara y entre las dos se establece una
entrañable y corta relación de amistad que termina yendo cuesta abajo porque ambas toman caminos distintos, una
se amolda pronto al sistema, mientras la otra no se adapta y se rebela.
Tomando en cuenta su propia experiencia como trabajadora pública, Sara
Mesa nos obsequia
una obra de ficción sagaz y muy divertida que me ha entretenido de
principio a fin.
Te cuento que
el final me ha dejado ojiplática,
un título que alude tanto a las pruebas para aspirar a un puesto en la
Administración Pública, como a una forma de resistencia y enfrentamiento
al sistema.
La narración de la autora es brillante, me ha fascinado el manejo de esa
comicidad trágica para contar verdades que reflejan el abismo existente
entre administración y sociedad.
Lamentablemente, no es raro escuchar a alguien despotricando contra los
funcionarios, en Latinoamérica suele suceder a diario.
Una novela que habla no solo de burocracia y de incomunicación, sino
también de libertad, autoridad, amistad y desencanto.
¡No te la pierdas! Vale la pena acompañar a Sara en su complejo y
conflictivo viaje emocional.
Valoración
4/5
☕☕☕☕
Una novela exquisita que aborda el sinsentido de la burocracia.
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Hola, Mava.
ResponderBorrarVengo de la reseña de Marian y esta vez no me habéis liado, jeje. Es más que nada por el agobio de estar todo el tiempo en el mismo sitio y por el tema burocrático.
Es curioso, mi trabajo es por lo general muy cansado y a veces pienso que sería ideal tener uno donde no haces nada, pero claro, eso estaría bien de vez en cuando pero claro, cuando esa inactividad es diaria tiene que ser mortal. Yo creo que me pasaría el día leyendo.
Las dos me habéis dejado con la curiosidad de ese final, cómo le da vida a su situación o cómo la resuelve.
Me estrené con la autora con la misma novela que tú pero creo que con esta no me animo.
Besotes y feliz semana
¡Hola, Norah!
BorrarTe entiendo perfectamente, aunque debo decirte que el libro es una pasada, leerlo y comentarlo con Marian ha sido genial, nos hemos reído un montón, es que hay algo tremendamente cómico en muchas de las cosas que ocurren dentro de estas oficinas. Sin duda es una comicidad trágica, pero no puedes evitar sonreír, además de que los personajes son geniales, muy humanos y todos están muy bien caracterizados.
El tema en sí puede parecer poco llamativo, debe haber sido todo un reto escribir un libro sobre algo que en general suena aburrido, pero la verdad es que Sara Mesa lo ha logrado a la perfección, yo lo he disfrutado de principio a fin.
Siempre he trabajado para la empresa privada, en el área administrativa, por lo que nunca he tenido el placer de poder calentar sillas, ja, ja, ja. Concuerdo contigo, de vez en cuando vendría bien poder quedarse de brazos cruzados, pero yo también creo que la inactividad no se soporta, las horas no se pasarían nunca y el aburrimiento sería total. Claro que siempre se podría leer, pero vamos que pasarse los días leyendo, tampoco sería correcto.
El final es peculiar y no me lo esperaba, pero me ha parecido genial y acorde con el sentir de la protagonista, ojalá en algún momento te animes con esta novela, creo que podría gustarte.
Un besote y feliz semana también para ti ;)
¡Hola Mariana!!
ResponderBorrarnos lo hemos pasado pipa comentando la novela, nos hemos reído un rato, jaja, hablando de esos personajes tan peculiares y con ese humor irónico que Sara Mesa se gasta.
Es curioso, como la autora convierte un tema que en principio puede parecer oscuro y monótono, en una divertida e irónica parodia sobre la Administración Pública y cómo sabe hurgar en el fondo de esos trabajos con tanta burocracia. Me ha parecido genial todo lo que a Sara se le ocurre para burlar el tedio en su trabajo y ese atrevimiento aderezado de ingenuidad para cuestionarlo todo, para cuestionar todos esos trámites y absurdos pasos del entramado que ella no consigue entender, porque la verdad que no son muy entendibles.
Los personajes se van a quedar en mi memoria por tiempo, te lo aseguro, la joven Sara, la ¿quizás algo bipolar? Sabina, el Monago que nunca da su opinión, la Salu que es la única que de verdad curra en el departamento, venga a teclear venga a teclear sin pausa (pero tecleando y escribiendo sobre cosas absurdas), el peculiar y gatuno Jefe de negociado número dos, que siempre viste igual, en verano y en invierno y por eso desprende un tufillo peculiar, la encorsetada Beni (un personaje de mis preferidos ademas de Sabina) siempre tan pendiente de Sara pero también tan ignorada por ella, su superiora directa Teresa, que siempre anda supuestamente superocupada, en fin... que no los voy a olvidar fácilmente
A mí Sara Mesa me parece un genio, me recuerda un poco a Delphine de Vigan, autoras que siempre se sacan de la manga temas distintos en todas sus novelas que saben enganchar sin remedio, aunque también es cierto que no a todo el mundo gusta la autora
Pues eso, a por más lecturas para nuestra saca particular...
¡Mil besos!
¡Hola, Marian!
BorrarUn libro que hemos debatido entre ataques de risas 😂 ¡qué genial haberlo leído juntas!
Siempre recordaré a Sara llegando a unas oficinas enormes sin saber qué hacer, o a Salu metida en su mesa dejándose todos los días las pestañas para teclear informes a los que nunca nadie les echará el menor vistazo... todas situaciones terroríficas que rayan en lo cómico y no puedo dejar de sonreír imaginando las escenas.
Bien sabes que conocí a Sara Mesa por tu reseña de "Un amor", me atrapó tanto lo que contabas como la cubierta y el título del libro. Me fascinó desde un principio ese estilo minimalista de la autora que se refleja en su narración, en el diseño de las cubiertas y en los títulos de sus novelas. Además me encanta su capacidad para plasmar la condición humana en cada historia que cuenta, esa facilidad que tiene para crear personajes y situaciones que reflejan las luchas, los dilemas y las aspiraciones del ser humano. Sin duda siempre recordaremos todos esos personajes tan caricaturescos que forman parte de la trama de "Oposición", imposible olvidarlos, tan únicos y peculiares.
Seguiré leyendo a la autora, me quedan varias novelas por leer, títulos que tú ya has leído y que sé que te han gustado.
Un beso fuerte.
Solo he leído Un amor y La familia y ambos me han gustado mucho. Desde luego está claro que no todos los funcionarios somos iguales. Los profesores te aseguro que no tenemos tiempo de aburrirnos ni podemos escaquearnos de lo que toca en cada momento. Imagino que otro tanto sucede con los policías. Es en la Administración del Estado donde se pueden ver esos casos, aunque estoy segura de que la mayoría de la gente cumple y trabaja de manera razonable.
ResponderBorrarTengo este libro entre mis pendientes, con otros cuantos de Sara Mesa de los antiguos. A ver si me animo con alguno de ellos. Ese final que mencionas me deja intrigada. Imagino que la novela esconde más cosas de las que se pueden mencionar en una reseña.
Un beso.
¡Hola, Rosa!
BorrarTienes que leerla, una novela que se presta a debatir un montón. Sin duda que esta historia no va contra los funcionarios, que a menudo se ven atrapados en redes de trabajos inútiles y desmotivadores, sino contra la burocracia como sistema de organización administrativa ineficaz, y concuerdo contigo en que no todos los funcionarios pueden cruzarse de brazos o calentar sillas. Ojalá pronto te animes con "Oposición" y las tres podamos intercambiar opiniones al respecto, sería genial aún cuando no haya sido una lectura conjunta de "Debate a tres". El final, no te lo esperas, pero va muy acorde con el sentir de Sara, la protagonista.
Un beso.
Tiene toda la pinta de ser un libro muy ácido sobre el funcionarado que ya de por sí se ha convertido en una forma de vida para algunos de ellos y para los que sueñan -oposición mediante- con esa vida gris, pero segura en sueldo je, je. Se puede hacer sátira sobre este mundillo y pasarlo muy bien con ello. Hace no mucho veía una divertida película uruguaya-argentina llamada 'Planta permanente' que trataba el tema con mucho acierto. También otra italiana llamada 'Un italiano en Noruega" muy divertida.
ResponderBorrarBien entonces por Sara Mesa y bien por ti por sacar adelante una reseña estupenda.
Un fuerte abrazo.
¡Hola, Miguel!
BorrarConcuerdo contigo, el tema se presta para narrar con humor absurdo una historia áspera y oscura, y es que ciertas cosas, por terribles que sean, al contarlas resultan cómicas, te sacan una sonrisa y claro, también te hacen reflexionar sobre lo que está ocurriendo.
Me llevo apuntadas ambas sugerencias de pelis sobre el tema, me han hablado de "Un italiano en Noruega" pero no la he visto, siendo de padres italianos... pues me atrae un montón 😂
Me encanta Sara Mesa, es una de mis autoras preferidas, vale la pena leerla ;)
Otro abrazo para ti.
Se nota que lo habéis disfrutado.
ResponderBorrarGracias por compartir
Besitos
¡Hola, Isabel!
BorrarUna novela corta y muy recomendable, un tema tratado con mucho humor y una realidad con la que toda persona trabajadora que no termina de encontrar su sitio o está pasando por fases de adaptación puede identificarse ;)
Besos.
Muchas gracias por esta reseña, como trabajadora de la administración que soy creo que me podría hacer mucha gracia y además que me encontraré situaciones que seguramente, me acompañan a diario, me lo apunto para comprármelo :) He visto recientemente una película de Leo Harlem (Como Dios Manda) que también hace una crítica muy divertida sobre esta temática. ¡Un abrazo enorme!
ResponderBorrar¡Hola, Lucía!
BorrarSara, la protagonista, es una recién nombrada interina en un puesto administrativo que plantea enfrentarse a una oposición para conseguir cierta estabilidad laboral y económica. Entiendo que pasar por el proceso de opositar supone un esfuerzo considerable, algo que la autora relata a la perfección en la obra. Aunque también expresa muy bien el punto de vista más interno de la protagonista, ese que surge de observar la rutina diaria, las jerarquías incomprensibles del sistema funcionarial y las situaciones a las que debe enfrentarse por primera vez.
La novela es una crítica a la burocracia como sistema de organización administrativa ineficaz, me encantaría que la leyeras y como funcionaria, compartiera tu opinión con todos nosotros.
Tomo nota de la peli.
Un abrazo y gracias por comentar ;)
Hola, me alegra que te haya gustado la novela, yo no la conocía, pero suena interesante, es diferente a lo que estoy leyendo últimamente y podría ser una buena forma de cambiar de aires. Muchas gracias por tu reseña.
ResponderBorrarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
¡Hola!
BorrarMe contenta haber llamado tu atención con este libro, sin duda es una autora que vale la pena leer, todo un reto para Sara Mesa escribir sobre algo tan poco sexy como la burocracia. Te recomiendo "Oposición", concuerdo contigo, a veces viene bien "cambiar de aires" ;)
Besos.
Hola :)
ResponderBorrarPues, viendo lo que te ha gustado y tras leer su argumento, me lo llevo ya mismo apuntado para leerlo en cuanto pueda.
Besos
¡Hola!
Borrar¡Genial! Espero que te animes a leerlo en algún momento y que lo disfrutes mucho.
Besos.
¡¡Hola Mava!! Pues muy irónico el libro, pero real como la vida misma. Y muchas cosas me suenan, pues las estoy viviendo en primera persona. La incompetencia, por desgracia, llena muchos puestos de trabajo y no siempre se valora lo bien hecho.
ResponderBorrarUn libro muy interesante, Mava. Sigo pensando que hay muchísimos libros por descubrir y que detrás de ellos hay mucho que reflexionar.
Yo me estoy terminando Lecciones de Química, un libro que me regalaron, pues no conocía a la autora ni el libro. Es de una mujer química y madre soltera en los años 50 y lo difícil de su condición como mujer en una carrera muy machista y en una sociedad dónde la mujer era vista como una simple ama de casa. Besitos.
¡Hola, Isabel!
BorrarLa novela aborda el sinsentido de la burocracia, la autora indaga en la cotidianidad de una oficina administrativa, en sus dinámicas, su rigidez, los trabajos inútiles, las contradicciones y redundancias. Es difícil entender como la burocracia sigue tan presente a pesar de todos sus fallos, y lo peor es que cada vez parece ocupar más espacio en nuestras vidas 😩
Tengo apuntado "Lecciones de Química", un libro que llamó bastante mi atención, me contenta saber que es tu lectura actual, espero que la disfrutes 😉
Besitos.
¡Hola! La trama del libro me parece bastante original, ya que hasta el momento no había leído sobre la vida de una funcionaria pública y todo lo que rodea su trabajo, pero como le comentaba a Marian, no sé si sea una lectura para mí. Muchas gracias por la reseña y espero sigas disfrutando del finde. ¡Un beso!
ResponderBorrar¡Hola, Marita!
BorrarMarian y yo disfrutamos mucho con esta novela, la autora es genial y la historia atrapa, pero entiendo que no tiene porque gustar a todos... Al final, los libros siempre son muy circunstanciales. Si en algún momento te animas, pues ya nos contarás.
Un beso y feliz finde también para ti ;)
No conocía este libro. Gracias por la reseña.
ResponderBorrarTe invito a pasar por mi blog. Feliz semana!
¡Hola, Marianela!
BorrarGracias a ti por pasar ;)
Saludos.
¡Hola! No he leído aún nada de la autora, pero tal y como hablas del libro sin duda no debería perderme esta lectura, así que me la apunto. Besos :)
ResponderBorrar¡Hola, Clara!
BorrarSara Mesa es una de mis autoras preferidas, me encanta su prosa, ojalá te animes con este o con algún otro de sus libros. Te la recomiendo, vale la pena leerla ;)
Besos.
hola
ResponderBorrareste libro no me llama nada la atención pero me lo apunto para regalárselo a mi hijo que esta estudiando para presentarse a oposiciones jejeje
Gracias por la reseña
Besotessssssssssss
¡Hola, Serena!
BorrarMis mejores deseos para tu hijo, éxito en sus oposiciones.
Espero que también se anime a leer el libro y le guste ;)
Un besote.
Hola Mava, interesante libro no conocia a la autora se me hace que tiene una trama bien intereante. Gracias por seguir publicando tus reseñas, leer reseñas tan completas es una bocanada de aire fresco ante tantos posts en Instagram y otras redes sodicales. No sabia que estabas en Venezuela y al leer sobre el libro no puedo evitar pensar que es el Seniat.
ResponderBorrarSaludos...